The Wall Street Journal ha levantado la voz de alarma. ¿Estamos ante la nueva burbuja 2.0? El diario económico cree que los últimos movimientos dan signos de una sobrevaloración de las empresas de Internet, que tiene su mejor ejemplo en Twitter, que ha protagonizado unas negociaciones en las que se le valoraba entre 8.000 y 10.000 millones de dólares.
Supuestamente estas cifras se han barajado en distintas ofertas, tanto para invertir en la empresa de los 140 caracteres como para absorber la compañía. Este sería el caso de Facebook y de Google, que según el diario, en los últimos meses han mantenido negociaciones para quedarse con el famoso sistema de información en tiempo real.
Ninguna de las posibles compras ha cuajado pero los 10.000 millones de valoración han planteado un mar de suspicacias en cuanto las estimaciones de ingresos para 2010 de Twitter se cifraban en 45 millones de dólares, que pueden llegar a 150 millones en 2011, y hasta 250 millones al año siguiente, de acuerdo con eMarketer.
Los inversores parecen estar cegados por Twitter, que ha llegado a 200 millones de usuarios registrados en cuatro años de vida, y esos 45 millones de ingresos, los ha logrado en el primer ejercicio que ha empezado a explotar comercialmente su red.
Pero lo que es más llamativo, y quizás alarmante, es que el pasado mes de diciembre, Twitter se valoró en 3.700 millones de dólares cuando la firma de capital riesgo Kleiner Perkins Caufield Byers entró en el accionariado de la empresa .
¿Qué ha pasado en estos dos meses para que Twitter multiplique su valoración 2,7 veces? No ha anunciado ningún nuevo modelo de ingresos, ni un sistema de anuncios autogestionado, ni ha introducido una mejora tan destacable en su software…
Lo que ha pasado en este tiempo es que Goldman Sachs invirtió 1.500 millones en Facebook, lo que le ha dado fuelle financiero para pujar por posibles nuevas compras, pero sobre todo esta inversión le ha supuesto una valoración de 50.000 millones de dólares, cuando a mediados de 2009 sólo estaba valorada en 10.000 millones. Facebook multiplicó su valor, que no sus ingresos, por cinco en poco más de un año.
Sin duda, la apuesta de Goldman Sachs ha acelerado las inversiones en las empresas de Internet, y ese mayor interés, se traduce en valoraciones un tanto exageradas. Quienes así lo defienden señalan la compra de Huffington Post por parte de AOL, que ha pagado 310 millones de dólares por una web que ingresó 10 veces menos en 2010, o el caso de la empresa de descuentos Groupon que rechazó una oferta de 6.000 millones de dólares de Google por preferir salir a Bolsa este año, como LinkedIn que espera empezar a cotizar con una valoración de 2.000 millones.
Twitter sigue la estala de la nuevas empresas de Internet, que primero explotan todas sus capacidades al máximo para atraer usuarios y luego, sin prisas, buscan cómo rentabilizar su servicio. Así lo hizo Google, así lo está haciendo Facebook y esperemos que sea capaz de hacerlo Twitter, que ha empezado a tomar una dirección más convencional con reconocidos hombres de negocio al mando.
La publicidad en la plataforma está funcionando bien, y sigue atrayendo a grandes anunciantes. Los últimos datos de audiencias con la SuperBowl muestran ese potencial que tanto atrae a los inversores, pero parece que Twitter prefiere seguir su camino como una compañía independiente, y de momento, los 10.000 millones de dólares de valoración se quedan sólo en los papeles.
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